IBN DARRACH AL-QASTALLI
IBN DARRACH AL-QASTALLI
Umar Aḥmad ibn Muḥammad ibn Aḥmad
ibn Sulaymān ibn Darrāğ al-Qasṭallī
Cazalilla (Jaén) 958-Denia
(Alicante) 1030
Poeta de Jaén
La victoria de Almanzor en la batalla de las peñas de Cervera (1000)
El alba despunta sobre la
blancura de tu rostro y la victoria y el triunfo (dejan ver) son pruebas de tu
valentía
Los musulmanes están contentos
por la vuelta cuyos orígenes son el honor y su manantial el éxito
Como si los rayos del sol fueran
de la luz de su justicia y como si el olor del viento de la pradera fuera
ráfaga de perfume
Te has arrojado valientemente con
el partido de Allāh en un almacén donde los jardines de la eterna morada son la
única ganancia
Has debilitado las coronas de la
perdición con una batalla contra la herejía, (una batalla) cuya herida no
curará jamás
Y has saciado la sed de los lomos
de los caballos terriblemente sedientos con la sangre de los cráneos y de los
cuellos
Sables que no han destrozado
jamás a un infiel que ha roto su compromiso sin que él sea el objeto de su
riego de sangre semejante a una nube (abundante) que arrasa
Rostros que tu esplendor ha
contagiado brillaban pero no estaban contagiados con tu perdón
Un enemigo ferviente (terrible)
ha surgido para los enemigos como una chispa que brota de la llama de la muerte
Que marcha lentamente hacia un granuja,
basta un guiño para que la muerte le sea evidente
Caballos rápidos que en la tierra
y en el mar quedaron por tu valentía, nadando en pleno mar de sangre
Si relincharan un día para
combatir a los herejes nadie podría detenerlos
Has levantado con las banderas de
la religión las cabalgaduras, de primer plano, su menor característica, el tiro
y el relincho
Jamás habrían llevado a la morada
de un infiel una desgracia aunque sea muy inaccesible sin que la más moderada
(de esta desgracia) no sea una catástrofe grave
Y jamás habrían tocado la tierra
de los herejes aunque esté muy alejada sin que ellas la colmen de graves
heridas
Y ¡cuánto! han aterrado a los
protegidos de un satán en su territorio mismo, los cuales jamás antes se habían
asustado
Con todo valiente que sin ti
jamás su brazo habría sido tan fuerte ni su sable tan largo
Ellos se han equipado enganchando
en los hombros, en plena batalla, corazones nobles llenos de fidelidad hacia ti
¡Cómo han arrojado hacia ti, del
fondo de las guaridas y de los bosques, leones que uno se aburre jamás de
hacerlos degollar!
Y manadas de gacelas groseras
(vacas salvajes) que el desorden (la batalla) les había retirado la mejilla
dejando ver ojos en que se manifiesta el desvío y el hambre...
Almanzor en los Poemas de Ibn
Darrāŷ (Margarita La Chica Garrido, 1979)
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