JUAN JOSÉ MOLINA HIDALGO


JUAN JOSÉ MOLINA HIDALGO

 

Juan José Molina Hidalgo, Jódar(Jaén) 1859-Jaén 1938.

Se licenció en Medicina en la Universidad de Granada y tras ejercer la profesión en Jódar y Jimena, se estableció en Jaén en 1905. Aquí fue presidente del Colegio Oficial de Médico y profesor en el Colegio “San Agustín”, manifestando una especial inclinación a la poesía. También tuvo fama de buen orador, siendo asidua su presencia en las veladas de la Real Sociedad Económica, en la que ingresó en 1909. Sus poemas publicados en distintos periódicos, tanto provinciales como nacionales, los reunió en un volumen titulado Versos y Prosa, que editó la Diputación en 1918. Además tuvo su faceta política, pues estuvo al frente del Partido Republicano Radical y luego de Izquierda Republicana.

 

A Eugenio Molina de la Torre

I

No hay dolor, ni angustia, ni pena, ni llanto;

vivir es deleite, es luz, alegría,

si comprende el alma, el poético canto,

la estrofa rimada, la bella poesía.

 

Que ella, augusta, reina en el claro cielo,

donde los espíritus bogan sin cesar;

que ella rasga, altiva, el oscuro velo,

en donde los siglos se van á estrellar.

 

Levanta al esclavo, increpa al tirano,

que inspira desprecio en su majestad,

señala el camino al género humano

que lleva á la meta de la Libertad.

 

Y dioses y hombres, á sus pies rendidos,

le piden mercedes, le imploran favor;

y los vencedores, como los vencidos,

buscan su regazo, su grato calor.

 

La trágica hazaña, del héroe esforzado,

que lucha en la guerra, por el ideal,

el hecho valiente, del pobre soldado,

que mueve contento, sumiso y leal.

 

La bella zagala, que llega al otero, .

pensando gozosa, en dulce amorío,

el manso rebaño que sube al sendero,

el blando murmullo que produce el río.

 

Todo lo perfuma y todo lo encanta,

todo se ilumina de su brillo en pos;

el pasar alegre de la vida, canta,

lo bello, lo justo, al amor, á Dios.

 

Ella se alza, excelsa, reinando, señora,

desde el primer día, de la creación,

y alumbra fulgente, con rayos de aurora,

llevándole al alma, en grata emoción.

 

Deseos de gloria, anhelos, amores,

ansias infinitas de eterno vivir.

Y en su trono áureo de luces y flores,

se postra el humano, su óbolo á rendir.

 

II

 

¿Quién sabe el secreto de tanta grandeza?

y aspira esta esencia, mágica, divina,?

Los que en su alma llevan la eterna belleza,

como el poeta excelso, Eugenio Molina.

 

Los que como Eugenio, buscan en la altura

y leen en los astros de eterno fulgor,

el sublime encanto, la eterna ventura,

que en el Universo exhala el amor.


 

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